El Blog de Holibai

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Historias

La importancia de las vacaciones en familia.

En esta ocasión hemos decidido recordar, en forma de historia, por qué no se debe perder la ilusión de las vacaciones en familia y cómo, sin olvidar nuestra parte de niñ@s, se pueden disfrutar de los pequeños placeres, de los momentos de ocio y compartirlos con las personas queridas.


 Verano en Baiona


Era un cálido día de agosto cuando Ali y su familia llegaron a Baiona, un pintoresco lugar en la costa de Galicia. Desde la ventana del coche, Ali podía ver cómo el paisaje cambiaba a su alrededor: colinas verdes, casitas marineras que se extendían hasta donde alcanzaba la vista y, al fondo, el brillante océano Atlántico.


Al bajarse del vehículo, el aroma de la sal marina y el sonido de las olas rompiendo contra las rocas la envolvieron como un abrazo. Su madre, con una sonrisa, les dijo que esta sería una semana para recordar. Ali no podía esperar para explorar cada rincón de este encantador lugar.


El primer día, la familia decidió visitar la playa de La Ribeira. La arena dorada crujía bajo sus pies mientras corrían hacia el agua. Ali se lanzó al mar; el agua estaba un poquito fría, pero nadó y ya entró en calor, sintiendo cómo las suaves olas la mecían, y su risa se mezclaba con el murmullo del viento. En la orilla, su hermano pequeño construía castillos de arena, mientras su padre le contaba historias de piratas y tesoros escondidos en las murallas del Parador.


Cada tarde, después de un día lleno de aventuras, se sentaban en la terraza de los variados lugares de ocio, degustando marisco fresco y empanada gallega. Ali siempre pedía ir a comer un delicioso helado e ir a dar una vuelta en bici por el paseo marítimo.


La familia se maravillaba con las historias de los ancianos del lugar, que compartían leyendas sobre la Virgen de la Roca, barcos hundidos y cómo llegó la Carabela Pinta al puerto de Baiona anunciando el descubrimiento de América. La vida en Baiona parecía moverse a un ritmo diferente, uno que invitaba a disfrutar de cada instante.


Un día, decidieron hacer una excursión a las Islas Cíes. Al llegar a ese paraíso natural protegido, el paisaje era de ensueño: playas de arena blanca, el agua era tan azul que parecía un trozo de cielo caído al mar, y las verdes montañas estaban surcadas por cientos de gaviotas que les observaban de lejos.


Mientras jugaban en la orilla, encontraron una concha muy especial. Era grande y tenía colores brillantes. "¡Mira, Ali! ¡Es una concha mágica!" exclamó su hermano. Ali la levantó y, al tocarla, escucharon un suave murmullo que parecía contar historias del mar.


Esa tarde, hicieron un enorme castillo de arena, decorado con conchas y algas. Se rieron, jugaron y exploraron cada rincón de la isla, descubriendo pequeños cangrejos y peces que nadaban en el agua.


Cuando llegó el momento de volver, subieron al barco, cansados pero felices. Mientras navegaban de regreso, muchas gaviotas acompañaban al velero , como si les diera pena que la familia se fuera. "Este es el mejor día de mi vida", dijo el hermano de Ali con una gran sonrisa en su rostro.


En su última noche en Baiona, la familia se reunió en la playa de La Concheira para ver el atardecer. Los colores del cielo se transformaban en tonos de naranja, rosa y morado, mientras el sol se sumergía en el horizonte. Ali, con el corazón lleno de alegría, se dio cuenta de que esas vacaciones no solo habían sido un escape, sino una oportunidad para conectar con su familia y con la belleza de la naturaleza.


Al regresar a casa, se llevó consigo recuerdos de risas, historias, momentos compartidos, un precioso bronceado, nuevos amigos y un deseo ardiente de volver a Baiona, la preciosa villa marinera que, con su encanto, su magia y la amabilidad de los bayoneses, había dejado una huella en su corazón, un rincón especial al que siempre podría regresar en sus sueños


Holibai les espera para hacer realidad esas vacaciones.